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El dólar se fortalece y afecta el comercio regional

El dólar se fortalece y afecta el comercio regional

20/05/2025
Giovanni Medeiros
El dólar se fortalece y afecta el comercio regional

La reciente trayectoria del dólar frente a las monedas latinoamericanas ha generado un clima de introspección en los sectores público y privado. Durante 2025, hemos visto un aumento sobresaliente en la aversión al riesgo a nivel global, potenciado por la expectativa de nuevas tasas de interés en Estados Unidos y la implementación de posibles aranceles proteccionistas. Estas dinámicas no sólo modifican las cifras del mercado cambiario, sino que también influyen en decisiones cotidianas: desde la inversión de pequeñas empresas hasta la planificación de gastos familiares.

En medio de esta coyuntura, es fundamental comprender las proyecciones, efectos y rutas de adaptación que permitirán a los países latinoamericanos no solo resistir la presión de un dólar fuerte, sino también capitalizar áreas de oportunidad. A continuación, exploraremos en detalle cómo el alza de la moneda norteamericana impacta la inflación, la deuda y las estrategias de crecimiento regional.

Proyecciones y comportamiento actual del dólar

Analistas de Credicorp proyectan que al cierre de 2025 el dólar alcanzará aproximadamente R$5,7 en Brasil y rondará los CLP$950 en Chile. Estas estimaciones incorporan factores geopolíticos y económicos interconectados, como el retorno de políticas proteccionistas bajo la nueva administración de EE. UU. y la gestión monetaria de la Reserva Federal. Además, la posibilidad de sanciones comerciales más severas contra China añade un componente de volatilidad adicional.

Por otro lado, Bank of America advierte sobre una corrección potencial antes de que entren en vigor nuevos aranceles. En caso de demorarse las barreras comerciales, las monedas regionales podrían experimentar un rebote que alivie momentáneamente la presión cambiaria.

Efectos en la inflación y la deuda externa

Con un dólar fuerte, los costos de productos importados aumentan, lo que repercute directamente en la inflación. Por ejemplo, en Brasil y Argentina, la importación de bienes de capital y tecnología ha visto un incremento de precios de hasta un 15% en los últimos meses. Esto tiene un efecto cascada que encarece la canasta básica en mercados vulnerables y reduce el poder adquisitivo de los consumidores.

  • Encarecimiento de insumos industriales y agrícolas.
  • Incremento de la carga de deuda pública en dólares.
  • Presión sobre los presupuestos familiares.

Además, los pasivos externos de gobiernos y empresas denominados en dólares se vuelven más onerosos. Cada punto porcentual de depreciación de la moneda local frente al dólar eleva el costo de la deuda en sentido real, limitando la capacidad de inversión en infraestructura y servicios públicos.

Refuerzos y oportunidades ante la volatilidad

A pesar de los desafíos, existen sectores que pueden beneficiarse de un dólar fuerte. Las remesas, por ejemplo, se convirtieron en un pilar de resiliencia económica. En Colombia, los envíos de migrantes crecieron un 18% interanual, representando una fuente estable de ingresos externos para miles de hogares.

  • Mayor poder de compra local gracias a remesas.
  • Refuerzo de reservas internacionales.
  • Estímulo al consumo en comunidades receptoras.

Adicionalmente, la diversificación de mercados y el desarrollo de las cadenas de valor regionales ofrecen oportunidades estratégicas. Estrechar lazos con China y la Unión Europea, así como potenciar acuerdos con países vecinos, puede disminuir la exposición a choques cambiarios a futuro.

Estrategias para fortalecer el comercio regional

Frente a estas perspectivas, las autoridades y los agentes económicos pueden implementar medidas concretas para fortalecer el comercio interno e internacional. Es esencial impulsar la innovación tecnológica y mejorar la infraestructura logística que conecte puertos, carreteras y aeropuertos a lo largo de la región. Las plataformas digitales también juegan un rol central al facilitar transacciones más seguras y eficientes.

  • Desarrollo de corredores de transporte multimodal.
  • Fomentar inversiones en energías renovables.
  • Promover clusters industriales focalizados.

Además, la articulación de políticas en el marco de bloques comerciales como la Alianza del Pacífico y el Mercosur puede crear economías de escala. La homologación de normas y la eliminación de barreras no arancelarias permitirán a las empresas latinoamericanas competir con mayor eficacia en mercados globales.

Asimismo, fomentar el ecosistema de startups y la financiación verde mediante bonos sostenibles e inversiones de impacto puede atraer capital extranjero e impulsar proyectos de energía limpia, tecnología agrícola y soluciones de movilidad. La transición hacia una economía digital robusta, con plataformas de comercio electrónico adaptadas a pymes, permitirá reducir costos de transacción y ampliar la presencia en mercados internacionales.

Perspectivas y conclusiones inspiradoras

América Latina enfrenta un escenario complejo, pero no carente de talento y recursos. Con un enfoque estratégico que combine cooperación regional, diversificación de socios y capacitación de capital humano, la región puede transformar la presión de un dólar fuerte en un motor de renovación económica.

La clave reside en fomentar una visión a largo plazo, donde la innovación y la sostenibilidad sean ejes centrales. Invertir en educación, tecnología y salud no solo fortalece las economías locales, sino que también mejora la competitividad global de los productos latinoamericanos.

En última instancia, cada desafío es una oportunidad para rediseñar el futuro. Cuando gobiernos, empresas y sociedad civil unan esfuerzos, América Latina estará mejor equipada para navegar la volatilidad del mercado y consolidar un desarrollo inclusivo y próspero para las próximas generaciones.

Giovanni Medeiros

Sobre el Autor: Giovanni Medeiros

Giovanni Medeiros