El sector tecnológico ha emergido como uno de los grandes motores de la recuperación laboral tras la crisis sanitaria, mostrando una capacidad única para adaptarse y crecer en entornos cambiantes.
Desde el inicio de la pandemia en 2020, las empresas tecnológicas han generado cifras sorprendentes de nuevos puestos de trabajo. En España, se han creado 494.000 empleos en ramas tecnológicas desde 2013, de los cuales casi la mitad (240.000) surgieron tras la pandemia. Este fenómeno refleja laresiliencia del sector tras la pandemia y su papel central en la nueva economía.
En 2022, el empleo directo en el sector digital español creció un 8,2%, alcanzando un récord de 636.326 ocupados/as. A nivel global, los servicios digitales registraron un incremento medio anual del 7% entre 2020 y 2024, seis veces más rápido que la media de otros sectores.
El auge tecnológico destaca por encima de la mayoría de actividades económicas tradicionales. Mientras la industria manufacturera y los servicios convencionales experimentaron contracciones o crecimientos moderados, las empresas de software y TI lideraron la contratación.
Esta brecha subraya ladinamismo y crecimiento sostenido de un ámbito que combina innovación, flexibilidad y una alta capacidad de adaptación. Además, el trabajo digital ha demostrado ser más resistente a crisis y recesiones, fortaleciendo su posición en el mercado laboral.
En España, Madrid y Cataluña concentran gran parte del crecimiento. Ambas comunidades aglutinan aproximadamente el 60% de los empleos intensivos en tecnología creados tras la pandemia, consolidándose como hubs tecnológicos de referencia.
En América Latina, el sector de TI mantuvo o aumentó sus contrataciones durante la pandemia, gracias a la rápida adopción del teletrabajo y a la internacionalización de procesos de reclutamiento.
La pandemia aceleró transformaciones que ya se vislumbraban: eltrabajo remoto y modalidades híbridas dejaron de ser excepciones para convertirse en norma en el sector tecnológico. Entre el 10% y el 35% de trabajadores latinoamericanos adoptaron el teletrabajo, siendo más frecuente en perfiles mejor remunerados y especializados.
Asimismo, las empresas incorporaron procesos de reclutamiento completamente remotos, impulsaron entrevistas por videollamada y ampliaron su búsqueda de talento más allá de sus fronteras. El modelo de equipos ágiles y proyectos temporales ganó terreno, favoreciendo la contratación por objetivos y la colaboración en sprints.
La rápida digitalización de procesos ha elevado la necesidad de profesionales altamente especializados. Entre los más buscados destacan Data Scientists, desarrolladores full-stack, expertos en ciberseguridad, blockchain y criptomonedas. Al mismo tiempo, las empresas valoran cada vez más lascapacidades en inteligencia artificial y la gestión de equipos remotos.
La escasez de talento en ciertas áreas obliga a organizaciones a ofrecer programas de formación interna, bootcamps y colaboraciones con universidades para nutrir su cantera de profesionales.
Se estima que Latinoamérica afrontará un déficit de 800.000 profesionales de TI antes de 2025, lo que intensifica la competencia por captar y retener talento. Para hacer frente a esta situación, las empresas implementan medidas comoretención y atracción de talento mediante beneficios flexibles, planes de carrera, y políticas de diversidad e inclusión.
La contratación de profesionales extranjeros, el fomento de la formación continua y los modelos híbridos de trabajo se imponen como respuestas clave ante la escasez de perfiles. Además, fortalecer las soft skills, como la comunicación y la resiliencia, se vuelve tan importante como los conocimientos técnicos.
La incorporación masiva de tecnologías digitales y la flexibilidad laboral han redefinido el mercado de trabajo. Las empresas tecnológicas lideran no solo por su capacidad de generar empleo, sino también por impulsar una cultura de innovación y colaboración global.
En el horizonte, la digitalización continuará abriendo nuevas oportunidades y retos. Adoptar estrategias de formación, retención y diversidad fortalecerá la posición de las organizaciones y potenciará un desarrollo económico más inclusivo.
En definitiva, las empresas tecnológicas guían el camino hacia un futuro laboral más dinámico, resiliente y conectado, donde la adaptabilidad y el talento global marcan la diferencia.
Referencias