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Aumenta inversión extranjera directa en infraestructura energética

Aumenta inversión extranjera directa en infraestructura energética

04/05/2025
Giovanni Medeiros
Aumenta inversión extranjera directa en infraestructura energética

En los últimos años, la infraestructura energética global ha experimentado un cambio notable gracias al aumento de la Inversión Extranjera Directa (IED). Aunque los flujos mundiales presentaron volatilidad, el sector energético se ha convertido en un imán para capital foráneo que busca tanto rentabilidad como impacto social y ambiental.

Panorama global de la IED energética

En 2024, la IED mundial alcanzó los 1.5 billones de dólares, un incremento del 4% con respecto al año anterior. Sin embargo, al descontar transacciones puramente financieras, las inversiones productivas reales cayeron un 11%, marcando el segundo año consecutivo de retroceso en actividad tangible.

La contracción en economías desarrolladas, especialmente en Europa, contrasta con cierta estabilidad en mercados emergentes. No obstante, este aparente equilibrio oculta la falta de desembolsos en sectores clave como la energía, la tecnología y la infraestructura.

Factores que impulsan la inversión

Varios elementos convergen para impulsar la IED en energía, desde la creciente demanda eléctrica hasta las políticas públicas que favorecen la entrada de capital. Las naciones que diseñan marcos regulatorios sólidos y ofrecen incentivos fiscales logran atraer proyectos de gran envergadura.

  • Disponibilidad de recursos naturales estratégicos como minerales para baterías y renovables.
  • alianzas público-privadas y marcos regulatorios claros que reducen la incertidumbre.
  • innovación tecnológica aplicada a redes inteligentes y almacenamiento energético.
  • objetivos de desarrollo sostenible alineados con las metas de reducción de emisiones.

Sectores y subsectores de mayor interés

Los flujos de capital se han diversificado más allá de las grandes obras históricas. Hoy destacan:

  • Energía nuclear y gas natural, por su potencial de rentabilidad a corto y medio plazo.
  • Renovables (solar, eólica, hidroeléctrica), impulsadas por la transición energética.
  • Digitalización y redes inteligentes, con proyectos de gestión de la energía basada en IA.
  • Transmisión y electrificación rural/urbana, clave para acceso y resiliencia.

Datos clave en cifras

Participación de China en América Latina

La presencia de empresas chinas en América Latina y el Caribe ha crecido de manera exponencial. En 2022, el 58% de la IED china destinada a la región (aproximadamente 3,700 millones de dólares) se canalizó al sector energético y actividades afines.

Este flujo ha financiado proyectos de generación eléctrica, modernización de redes y desarrollo de energías limpias, reforzando la infraestructura y potenciando la seguridad energética regional.

Casos destacados: México y Brasil

Brasil ha implementado incentivos fiscales y licitaciones transparentes que facilitan la participación extranjera en parques eólicos y plantas solares. Sus alianzas público-privadas han permitido compartir riesgos y acelerar cronogramas de obra.

Por su parte, México registró en 2025 un récord histórico de 21.4 mil millones de dólares en IED, de los cuales 9 mil millones se adjudicaron a proyectos industriales e infraestructura energética. Este logro refleja ambiciones renovables y modernización de redes para responder a la electrificación creciente.

Oportunidades y desafíos futuros

De cara a 2025, el sector energético mantendrá su atractivo debido al crecimiento estructural de la demanda energética y la urgencia de renovar redes obsoletas. Sin embargo, persisten riesgos geopolíticos, volatilidad y rezagos normativos que pueden frenar la llegada de capital.

  • Volatilidad financiera y fluctuaciones en tipo de cambio.
  • Fragmentación geopolítica y tensiones comerciales.
  • Lentitud en la adaptación de normativas a nuevas tecnologías.

Recomendaciones prácticas para inversores y gobiernos

Para maximizar el impacto y la rentabilidad de la IED en energía, es vital adoptar estrategias que integren sostenibilidad, innovación y colaboración:

  • Realizar estudios de viabilidad integral considerando riesgos locales y globales.
  • Fomentar asociaciones con empresas tecnológicas para impulsar redes inteligentes.
  • Establecer incentivos fiscales a largo plazo que aseguren estabilidad de ingresos.
  • Integrar criterios de desarrollo sostenible alineados con los ODS y objetivos climáticos.

Conclusión

El aumento de la inversión extranjera directa en infraestructura energética ofrece una oportunidad única para catalizar el desarrollo sostenible, impulsar la innovación y garantizar la seguridad energética global. Con políticas claras, colaboración público-privada y un enfoque en energías limpias, gobiernos e inversores pueden transformar retos en proyectos de alto impacto y generar beneficios económicos, sociales y ambientales a largo plazo.

Giovanni Medeiros

Sobre el Autor: Giovanni Medeiros

Giovanni Medeiros