La tendencia al alza en la creación de empleo en España continúa consolidándose durante el primer trimestre de 2025. Los últimos datos oficiales revelan no solo una reducción generalizada del paro, sino una mejora notable en las áreas metropolitanas que concentran la mayor parte de la actividad económica y productiva.
Este fenómeno adquiere especial relevancia cuando se atiende a la evolución interanual de los indicadores laborales, al comparar la situación actual con la del año anterior en un contexto nacional que describe una recuperación sostenida.
Según la Encuesta de Población Activa (EPA) del INE para el primer trimestre de 2025, el número de ocupados asciende a 21.765.400 ocupados en España, lo que supone un aumento de 515.400 personas respecto al mismo periodo de 2024 (+2,43%).
En paralelo, el número de desempleados se sitúa en 2.789.200, reflejando una caída interanual del -6,34% respecto al año previo. La tasa de paro nacional descendió a un 11,36%, casi un punto menos que hace doce meses, confirmando que la recuperación económica sigue impulsando la generación de empleo.
Por su parte, los datos de paro registrado publicados por el SEPE en mayo de 2025 apuntan a 2.454.883 personas inscritas como desempleadas, la cifra más baja en 17 años. Esta caída, del -2,61% mensual y del -5,77% interanual, afecta de manera algo más pronunciada al colectivo masculino que al femenino.
Aunque el descenso del desempleo es evidente en todo el territorio nacional, los grandes centros urbanos concentran la mayoría de las oportunidades laborales. Ciudades como Madrid y Barcelona, así como municipios de su entorno, registran las tasas de paro más bajas.
Estos datos destacan la diversidad de ritmos de recuperación dentro del ámbito urbano, donde factores como el nivel de renta, la oferta de servicios y la cercanía a infraestructuras estratégicas influyen directamente en la dinámica del empleo.
En estas zonas, además, la afiliación a la Seguridad Social superó los 21,59 millones de cotizantes en abril de 2025, con incrementos interanuales superiores al 2% tanto en hombres como en mujeres.
El análisis de las ramas de actividad revela sectores que actúan como motores determinantes de la creación de empleo urbano. Algunos de ellos ya acumulaban un impulso sostenido antes de la pandemia y han acelerado su expansión en el último año.
La sinergia entre estos sectores crea un escenario favorable para la diversificación laboral en las ciudades, generando tanto empleos directos como indirectos en proveedores y servicios auxiliares.
Detrás de los datos numéricos se encuentran elementos estructurales y coyunturales que explican por qué el desempleo está disminuyendo con mayor intensidad en las áreas metropolitanas.
Estos factores no solo explican la caída del paro urbano, sino que también anticipan una mayor resiliencia frente a posibles fluctuaciones económicas globales.
Los expertos consultados coinciden en que, si se mantiene el ritmo actual de contratación y la tendencia de reformas se consolida, la tasa de paro podría situarse por debajo del 10% a finales de año. La mejora en la cobertura del sistema de protección social, que alcanzó el 76,32% en marzo de 2025, también refuerza la confianza tanto de trabajadores como de empleadores.
En última instancia, la recuperación del empleo urbano no solo es un indicador económico, sino un reflejo de los cambios en la forma de trabajar, vivir y relacionarse en las ciudades. La combinación de innovación, inversión y políticas orientadas al bienestar laboral auguran un escenario esperanzador para los próximos trimestres.
Referencias