El auge del comercio electrónico ya no se limita a la moda, la tecnología o la electrónica. Sectores que antes solían operar exclusivamente en entornos físicos tradicionales han dado un giro inesperado hacia el mundo digital.
Este fenómeno global está transformando hábitos de consumo, modelos de negocio y estrategias de crecimiento en rubros tan diversos como alimentación, farmacia, ferretería o jardinería.
En 2021, las ventas minoristas online alcanzaron casi 5 billones de dólares a nivel mundial. Para 2025, se espera superar los 7 billones, lo que demuestra un crecimiento continuo y sostenido de la demanda digital.
En España, el primer trimestre de 2024 registró más de 21.000 millones de euros en eCommerce, un incremento del 13,7% respecto al año anterior. No solo las tiendas de ropa o electrónica se benefician: supermercados, farmacias y comercios de bricolaje también ganan terreno.
La transformación se evidencia en tendencias de conversión y adopción de canales online. Sectores no tradicionales muestran tasas de conversión por encima del promedio general:
Estos números reflejan que industrias con altos estándares de calidad y experiencia física están encontrando formas de integrar oferta digital y presencial sin sacrificar la fidelidad del cliente.
Varias razones explican por qué sectores no tradicionales se suben al carro del eCommerce:
La penetración de internet en Latinoamérica y Asia ha sido un catalizador fundamental. En Brasil y Argentina, la bancarización digital y la mejora del acceso móvil impulsan el crecimiento más acelerado de la región.
La digitalización de sectores como alimentos frescos o farmacia implica desafíos particulares:
Aunque el crecimiento del eCommerce ha perdido algo de ímpetu y ya no crece a doble dígito, la madurez del canal obliga a todas las empresas a considerarlo un componente esencial de su estrategia de ventas.
El comprador digital exige cada vez más confianza y transparencia. Entre las preferencias emergentes destacan:
Estos cambios obligan a las marcas a innovar continuamente y a adoptar tecnologías que antes se reservaban al retail tecnológico.
La convergencia de tecnologías emergentes redefine la propuesta de valor en sectores no tradicionales:
Además, la demanda de prácticas sostenibles y la trazabilidad de productos impulsa la adopción de blockchain en cadenas alimentarias y farmacéuticas, aportando máxima transparencia y seguridad al consumidor.
Para 2027, se prevé que el comercio electrónico represente casi el 25% de las ventas minoristas globales. Los sectores no tradicionales continuarán ganando cuota de mercado si apuestan por:
Además, la adopción de redes 5G potenciará las compras móviles, permitiendo conexiones más rápidas y estables, lo que beneficiará especialmente a los consumidores en zonas rurales o con acceso limitado.
En definitiva, el comercio digital ya no es un lujo para algunos sectores; es una necesidad estratégica imperativa para toda empresa que quiera prosperar en un mercado cada vez más conectado.
La transformación ha empezado. Quienes abracen la innovación digital y superen los retos logísticos estarán mejor posicionados para liderar el futuro del comercio, incluso en aquellos nichos que parecían destinados al mundo offline.
Referencias