El Gobierno de México presentó el Paquete Económico 2025 con el propósito de reactivar el mercado interno y fortalecer la economía nacional. A través de medidas fiscales responsables y programas sociales reforzados, busca crear un entorno de estabilidad y prosperidad para todas las familias mexicanas.
El Paquete Económico 2025 se enmarca en la búsqueda de finanzas públicas sanas y sostenibles. Con un gasto público estimado entre 9.23 y 9.30 billones de pesos —equivalente al 25.5% del PIB—, las autoridades plantean una estrategia que combina un incremento moderado en el gasto con una reducción gradual del déficit presupuestario.
El principal objetivo es fortalecer el consumo interno para generar un efecto multiplicador en toda la economía. Esto se logrará mediante el impulso al mercado laboral, el aumento del ingreso disponible de las familias y el apoyo a proyectos estratégicos que atraigan inversión nacional y extranjera.
La piedra angular de la iniciativa es aprovechar un mercado laboral dinámico e inclusivo. La expectativa de crecimiento entre 2% y 3% real se fundamenta en un entorno de empleos formales y aumento real de salarios, lo que incrementa el poder de compra de los hogares.
Los programas sociales juegan un papel fundamental para elevar el ingreso familiar. El gobierno ha diseñado esquemas de transferencia directa y subsidios focalizados que, además de combatir la pobreza, generan un efecto de demanda inmediata en bienes y servicios, reforzando así la actividad económica local.
La combinación de un mercado laboral robusto y un aumento del ingreso disponible permitirá que el consumo privado se convierta en la fuerza propulsora que dinamice a las pequeñas y medianas empresas, fomente el comercio regional y consolide cadenas de valor en todo el país.
Una de las decisiones clave es no presentar nuevos impuestos ni ajustes a las tasas vigentes. En su lugar, el gobierno apuesta por la digitalización y simplificación administrativa para combatir la evasión fiscal y mejorar la recaudación de impuestos.
Para garantizar la consolidación fiscal y control de la deuda pública, se proyecta reducir el déficit del 5% del PIB en 2024 al 3.2% en 2025, manteniendo la deuda pública en un nivel sostenible del 51.4% del PIB. El incremento en el pago de intereses pasará de 1.23 a 1.39 billones de pesos, pero se compensa con una disciplina de gasto que prioriza servicios sociales.
La colaboración entre el sector público y el privado será esencial para atraer capital y desarrollar infraestructura clave. El gobierno propone colaboración público-privada en proyectos estratégicos que abarcan desde energías renovables hasta logística de transporte y tecnología.
Para impulsar la relocalización de empresas y atraer inversión extranjera, se prevén incentivos fiscales temporales y acuerdos de asociación que garanticen un retorno competitivo. Estas medidas buscan diversificar la base productiva y generar empleos de calidad en distintas regiones del país.
Aunque las proyecciones oficiales sitúan el crecimiento entre 2% y 3%, organismos internacionales estiman rangos más conservadores de 1.0% a 1.5%. Este contraste subraya la importancia de monitorear los avances y ajustar políticas en tiempo real.
La reducción del gasto programable, con un recorte del 7.3% en bienes y servicios y una disminución del 12.7% en infraestructura, plantea el desafío de equilibrar austeridad con eficiencia. Habrá que garantizar que los recortes no afecten la calidad de los servicios públicos esenciales.
Al mismo tiempo, el mantenimiento de la carga tributaria sin nuevos impuestos puede incentivar la formalidad y la competitividad, siempre que la digitalización y la simplificación administrativa logren frenar la evasión y ampliar la base de contribuyentes.
La participación activa de la ciudadanía y de las empresas es fundamental para alcanzar los objetivos del paquete. El compromiso social con el cumplimiento fiscal, la responsabilidad empresarial y la generación de empleos formales reforzará el círculo virtuoso del consumo y la inversión.
Emprendedores y pymes deberán aprovechar las oportunidades de financiamiento y asesoría técnica que ofrecerán los programas de apoyo. La innovación, la adopción de tecnologías digitales y la apertura a nuevos mercados serán claves para consolidar un crecimiento sostenido.
La sociedad civil también jugará un rol de vigilancia y colaboración. El seguimiento transparente de los recursos públicos y la rendición de cuentas contribuirán a fortalecer la confianza y la eficacia de las políticas económicas.
El Paquete Económico 2025 representa una apuesta integral por dinamizar el consumo interno y asegurar la dirección hacia la equidad y el bienestar. Con un enfoque en la sostenibilidad fiscal, la inversión estratégica y el impulso social, se busca construir un modelo de crecimiento inclusivo.
Ahora corresponde a cada actor —gobierno, sector privado, sociedad civil y familias— asumir su responsabilidad. Solo a través de un esfuerzo conjunto se podrá materializar el potencial de este paquete, convirtiendo los desafíos en oportunidades de desarrollo para todos los mexicanos.
Referencias