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Proyecciones del FMI ajustan crecimiento regional al alza

Proyecciones del FMI ajustan crecimiento regional al alza

04/06/2025
Giovanni Medeiros
Proyecciones del FMI ajustan crecimiento regional al alza

Las últimas proyecciones del Fondo Monetario Internacional han despertado un renovado optimismo en América Latina y el Caribe. Tras un periodo complejo marcado por choques externos y rigideces estructurales, las nuevas cifras apuntan a un repunte moderado pero consistente en 2026. Este artículo explora en detalle estas previsiones, sus causas y las estrategias que pueden aprovecharse para fortalecer la recuperación.

En medio de un contexto global incierto, comprender las señales que emiten los organismos multilaterales resulta clave para empresarios, responsables de política pública y ciudadanos comprometidos. A continuación, desglosamos las cifras, comparamos con otras regiones, analizamos los motores del ajuste y planteamos recomendaciones prácticas.

Panorama general de las previsiones

El informe WEO de abril 2025 revisó a la baja la estimación de crecimiento de América Latina y el Caribe para este año, de 2,5% a 2,0%. Aunque a primera vista pueda parecer un revés, la parte positiva se observa en la recuperación proyectada para 2026, con un avance del 2,4%. Esta actualización refleja tanto los desafíos persistentes como la adaptabilidad de la región.

La inflación promedio también muestra una tendencia saludable: tras alcanzar 16,6% en 2024, se espera que disminuya a 7,2% en 2025 y a 4,8% en 2026. En estos datos se refleja el esfuerzo conjunto de los bancos centrales y gobiernos por contener los precios sin frenar el crecimiento.

Comparativa con el contexto global

La evolución latinoamericana se enmarca en una desaceleración global que pasará del 3,3% previsto inicialmente a 2,8% en 2025, con un ligero repunte a 3,0% en 2026. En economías emergentes, las tasas caen a 3,7% (2025) y 3,9% (2026). Pese a ello, la región demuestra una mayor resistencia frente a los ajustes en mercados avanzados.

  • Estados Unidos: crecimiento ajustado al 1,8% en 2025.
  • China: mantiene 4% anual, con recortes importantes desde enero.
  • Zona euro: previsiones de 0,8% en 2025 y 1,2% en 2026.

Este contraste revela que, aunque los grandes motores globales muestran señales de desaceleración, los países latinoamericanos pueden aprovechar mercados alternativos y cadenas de valor regionales.

Factores detrás del ajuste de previsiones

La corrección en las estimaciones del FMI se explica por varios elementos clave:

  • Entorno global adverso: tensiones geopolíticas y proteccionismo creciente.
  • Endurecimiento financiero: alzas en tasas de interés de economías avanzadas.
  • Impacto limitado de la recuperación de China y de la demanda de materias primas.
  • Problemas estructurales: desigualdad, baja productividad y rigidez fiscal.

Estos factores delinean riesgos pero también abren oportunidades para reformas profundas que mejoren la competitividad y la inclusión.

Diferencias subregionales y resiliencia

La heterogeneidad latinoamericana se refleja en:

Mientras Sudamérica lidia con inflación elevada y bajo dinamismo, Centroamérica sobresale por su gestión fiscal y el Caribe exhibe una reactivación fuerte.

Retos y oportunidades para el futuro

El ajuste de las previsiones del FMI debería interpretarse como un llamado a la acción. Los países pueden impulsar la reestructuración de políticas fiscales y fortalecer la productividad mediante inversiones en tecnología y capital humano. A continuación, algunas áreas prioritarias:

  • Mejorar la calidad de la educación y la formación profesional.
  • Fomentar la diversificación productiva y exportadora.
  • Fortalecer la transparencia y gobernanza fiscal.
  • Impulsar la innovación y las cadenas de valor regionales.

Estas iniciativas pueden traducirse en crecimiento más sostenible e inclusivo, reduciendo la vulnerabilidad frente a choques externos.

Construyendo resiliencia y solidaridad regional

El desafío no es solo económico, sino también social y ambiental. La colaboración entre gobiernos, sector privado y sociedad civil puede generar sinergias para enfrentar la desigualdad y promover la transición energética. Programas de desarrollo local, inversión en infraestructura y políticas de bienestar pueden reforzar el tejido social.

Además, la integración regional a través de bloques comerciales y acuerdos de cooperación puede proporcionar mercados más estables y oportunidades conjuntas frente al proteccionismo global.

Conclusión

Las proyecciones del FMI ajustan crecimiento regional al alza para 2026, ofreciendo una ventana de esperanza tras años de desafíos. Sin embargo, la clave del éxito reside en cómo la región aproveche este margen para impulsar reformas estructurales, mejorar la gobernanza y fortalecer la cooperación.

Al adoptar políticas orientadas a la innovación, la inclusión y la sostenibilidad, América Latina y el Caribe pueden consolidar un camino de prosperidad que trascienda las cifras y se traduzca en bienestar para millones de personas. Ahora más que nunca, es momento de transformar las previsiones en realidades tangibles.

Giovanni Medeiros

Sobre el Autor: Giovanni Medeiros

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